Los hogares bajarán un 40% su gasto de consumo en 2023 por la caída del poder adquisitivo, según Funcas
La pérdida de poder adquisitivo de los hogares como consecuencia de la inflación ha incrementado su incidencia en el consumo privado en relación a la primera parte del presente ejercicio: la tasa de ahorro de los hogares se ha reducido hasta niveles próximos a la media de los últimos años, lo que significa que muchas familias ya no disponen de un colchón de liquidez para compensar la pérdida de capacidad de compra de sus ingresos. Algo que, según los últimos datos de Funcas, se va a traducir en una reducción del 40% del gasto en consumo final de los hogares en 2023, pasando de 65.000 millones en 2022 a menos de 40.000 millones el próximo año.
Además, la crisis energética provocada por la invasión de Ucrania se percibirá con más intensidad durante el próximo invierno y podría provocar un parón en sectores como en la metalurgia o la producción de fertilizantes que no pueden trasladar el alza de los precios a sus clientes.
La industria de los países más dependientes del gas ruso, como Alemania e Italia, se enfrenta a un corte del suministro que casi con total seguridad originará una recesión, con efectos negativos para las exportaciones españolas. Estas previsiones parten de la hipótesis de una caída del PIB de la eurozona en un 0,2% en 2023, y de precios energéticos orientados al alza hasta la primavera, para posteriormente mantenerse en un nivel elevado, en línea con lo que marcan los mercados de futuros.
La situación de incertidumbre económica y las elevadas tasas de inflación recortaron las expectativas de consumo de los hogares un 24% en el tercer trimestre en relación al mismo trimestre de 2021 y un 32,6% sus posibilidades de ahorro, según el indicador de confianza de los consumidores del mes de septiembre publicado recientemente por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
En comparación con el segundo trimestre, las expectativas de consumo de las familias bajaron 12,4% entre julio y septiembre, en tanto que sus expectativas de ahorro disminuyeron un 15,9%. En lo que respecta a los temores de inflación por parte de los consumidores, el CIS refleja un descenso interanual del 17,4% en el tercer trimestre y una caída trimestral del 0,7%. Por su parte, las expectativas sobre un futuro aumento de los tipos de interés se dispararon un 25,3% interanual en el tercer trimestre en comparación con el mismo periodo de 2021 y un 3,6% respecto al segundo trimestre.
Según el CIS, la confianza de los consumidores se ha reducido en 42,5 puntos en el último año, hasta situarse en 55,7 puntos, tras empeorar las expectativas en 49,2 puntos y bajar la percepción sobre la situación actual en 35,9 puntos. En términos porcentuales, la confianza de los consumidores ha disminuido en el último año un 43,3% como resultado tanto del retroceso de las expectativas (-43,3%) como de la valoración de la situación actual (-43,2%).
Situación económica
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) recoge mensualmente la evaluación de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo. El indicador recoge valores de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es positiva y por debajo, negativa.
El indicador de situación actual finalizó el mes de septiembre en 47,2 puntos, frente a los 83,1 puntos de un año antes, como consecuencia de la valoración negativa de los ciudadanos de todos sus componentes. Así, según el CIS, el descenso del indicador de situación actual hasta los 47,2 puntos se debe al retroceso interanual en 54,9 puntos de la valoración que hacen los consumidores sobre el estado actual de la economía; a la disminución en 22,9 puntos de la percepción sobre la situación del mercado laboral, y a la caída en 29,9 puntos de la valoración sobre la situación actual de los hogares.
Por su parte, el indicador de expectativas se situó en septiembre en 64,3 puntos, casi 50 puntos por debajo del registrado un año antes. Dentro de sus componentes, el mayor retroceso interanual se produce en las expectativas sobre la situación de la economía española (-60,1 puntos), seguida de las valoraciones sobre el futuro inmediato del mercado laboral (-55,2 puntos) y de las expectativas sobre la futura evolución de los hogares (-32,2 puntos).